viernes, 26 de marzo de 2010

Sin palabras 2


Teníamos 17 años y todos los sueños en frente, caminabamos por la vida creyendo saberlo todo cuando en realidad no sabíamos nada.
Escuchábamos a los Beatles a Spineta , a Charly, y cantábamos.
Los que militábamos en algun partido de izquierda creíamos que el socialismo estaba ahí, al alcance de la mano, escuchábamos tambien otras cosas, a la Negra, que nos cantaba algo de una cierta carta que habia recibido; a Horacio Guarany que gritaba (que él siempre cantó a los gritos) “y luche luche luche, no deje de luchar...” Un tal Cesar Isella que le pónía un poco más de poesia a la cosa: “una flor un amigo una estrella no son nada, si no pones en ellos una flor un amigo una estrella...” y muchas otras cosas más, Yes, Pink Floyd. Descubríamos a Silvio Rodriguez y a Pablo Milanez. “Al final de este viaje en la vida quedará...”
El año 2000 era una cosa lejana, remota, tan imposible como los 42 años que tendríamos al llegar allá.
Teníamos 17 años, amábamos, estudiábamos, sufríamos, andavamos por la vida sin mayores preocupaciones.
Todo era fiesta, descubrimiento, leíamos, leíamos mucho, y nada de lo que caía en nuestras manos nos decía de este hoy. No había previsión pesimista que se atreviera ni siquiera a llegar un poco cerca, es decir, algunas películas de ciencia ficción intentaban ver, acercarse, La Naranja mecánica nos decía algo, pero no era nada más que eso: ficción, solo ficción.

Teníamos 17 años, “La era está pariendo un corazón...” seguiamos cantando, y nos sorprendió un golpe, tan como un palazo, que solo despues sabríamos el real alcance de sus consecuéncias.
Seguimos entonces, ya desde otros lugares, con otros cuidados, continuamos.
Nuestra historia se forjó en el error, pero intentamos, fuimos, hicimos, quisimos, estuvimos. Erramos, pero, errar es uma de las posibilidades del hacer.
Me duele esta indolencia del hoy
Mi hija tiene hoy 17 años, y espero que nunca tenga que pasar por eso, ya sea allá en mi pais, aqui en este, su pais. o en cualquier otro que ella elija para vivir.
La Historia continúa.
Ella escucha otras músicas, lee otros libros, y sus preocupaciones pasan por otros lados.
Tengo dos Uruguayos hospedados en casa, tienen 23 años y están paseando por América, pretenden ir hasta el Caribe por el Atlántico y volver por el Pacífico. Ayer caminando por el Pelourinho les dije que nadie que llega aquí puede salir sin entrar en la Casa de Jorge Amado, “Y quien es Jorge Amado?” fue la respuesta.
Unos dias antes, delante de la persistencia de una lluvia, les hice un comentario, algo asi como que no llegaba a ser Macondo, pero cuando llueve aqui, llueve “mesmo”
No tenían ni idea de lo que estaba diciendo, ninguna referencia los acercaba a esa ciudad de Garcia Marquez.
Desistí.
Tambien podría preguntarles por un tal “Che” y un cierto diario escrito en un viaje anterior... Pero desistí.

Donde estamos?
Qué misterioso poder nos há hecho llegar a esto?
La derrota, tan poderosa y profunda, Pudo tanto?
Puede tanto?
Estamos en el presente.
Sigue el presente?
El presente y nada más?
Vox Dei tal vez no sea lo más acertado en este momento, pero aparece, y tambien lo cantamos.


"De pie marchar, que el pueblo va a triunfar;
será mejor la vida que vendrá
De pie cantar, que vamos a triunfar,
avanzan ya banderas de unidad"


Despues cantamos muchas otras cosas, Serú Giran (David Lebón) tuvo un encuentro con el diablo, cara a cara.
Serrat nos decía que “uno de mi calle me dijo que tiene un amigo que dice conocer un tipo que un dia fue feliz...”
Tambien nos dijo otras cosas.
Teníamos 17 años y cantábamos.
“y usted preguntará porque cantamos...”

Mi hija lee otras cosas, lee bastante, y sin duda va a llegar a Macondo.
Teniamos 17 años. Y ni siquiera soñabamos...
“Quedamos los que puedan sonreir, en medio de la muerte, en plena luz...

Estoy cansado.

"En plena luz"

miércoles, 24 de marzo de 2010

Sin palabras

I

De gris está que el sol no se derrumba
hay que vivir para apagar tu cielo.
Sombra sentir en verte a mi costado
hay que volar la espera de tu pie.


De alas no haber ni sueños sin agosto
que cruce el viento, ese, en donde estés;
y quiero ser solo hoy y tu memoria,
no transcurrir fuera de aquel sininterior.



De incierto fin transita por tus huesos
el eco azul de una vibrante voz,
no alcanzo a ver parado sobre puntas
en donde estoy solo porque una vez…


Pozo común sin fecha ni retorno
que busco asir arena de tu mar
y solo hay las caras y las manos
de quienes van borrando encanecer.


De quienes son tapando esta locura
ya no poder no verte no crecer,
lágrimas hay de nubes paralelas
que cruzan siempre donde cruzó tu ayer.



IV


Esqueletos de vidas pendientes
pernoctan invictos de madera,
esperan acasos de ley y exhumación;
dientes ahuecados mordiendo microscopios
hurgadores óseos de clavos y platino
donde hubo voces lengua
clamor músculo hierro
en eterna búsqueda de oquedad sumisa;
ojos sin origen quedan que te miran,
vacíos de almohada, tazas sin beber,
rincones familiares, nombres, fechas
y montones de huesos avivarán tu pira.


De Níes. Buenos Aires, 1988

lunes, 8 de marzo de 2010

Mañana de dudas


Ruido de pájaros me despierta, y la lluvia.
Digo Buen dia! En voz alta mientras caen, cuantas? Infinitas gotas en la mañana.
Diré que hoy que amaneció despacio, la vela continúa su camino de los siete dias y siete noches. Hay el silencio de máquinas del Morro. Esta mañana tiene el fresco del agua reviviendo el paisaje, haciéndolo audible; no hay silencio posible en este sitio, solo vida. Me incorporo al paisaje, el agua cesa, el viento cesa, solo yo parezco movimiento, orino con placer, el entorno me sonrie, los truenos anuncian que no todo há terminado; guarda un poco corazón que el despues es largo!
Regreso observado por infinidad de ojos, gritado por infinidad de bocas; cruza un pájaro, aun no he aprendido a nombrarlos, uno de esos rojo y negro, digo. Lavo mi cara y mis dientes con las distintas aguas; ramas pisadas me sorprenden. Buen dia! Digo. Todo bien! Dice, mientras pregunta y dice.
La mañana se suspende ahí, entre ese azul lejano, entrecortado, y este entrellover de aqui, me paro aquí, mirando la quietud del Morro. Nada se mueve? Todo se mueve? El límite de los arboles lejanos marca el comienzo del cielo, lejano? Blanco, gris y verde, la palmera irrumpe a unos metros com su coco suspendido de un hilo, O es la palmera la que cuelga del coco? O es el cielo que nace del coco?
Me niego al movimiento, no es posible quebrar este momento, entro, me siento torpe al penetrarlo, extrangero, invasor.
No pertenezco ya aquí? No soy parte? No me vivo en cada gota, en cada verde, en cada paso?
No hay respuesta, solo pájaros. Algunas hojas de palmera calentarán mi agua; arranco dos que cuelgan sin haberse mojado, regreso, la casa me mira y me engulle, parto las hojas, dudo si alcance, Dará el fuego necesario? Brotan hormigas de lo grueso de la hoja, caen huevos, larvas movedizas, hormigas huyen, recuerdan su destino, se alborotan y vuelven por sus huevos. Todo tiene vida aqui: ese tronco caído y carcomido por las termitas; la arena; hasta la muerte de Bacteria en los colmillos del perro de quien sabe quien, yo no. Explico que Bacteria era el gato de un restaurante de la “Vila” y pienso que la explicación está de más. Dará el fuego suficiente? Me oigo pensar mientras pongo un pedazo de papel y comienzo la pira con las hojas finas primero y las gruesas despues, la humedad no lo enciende, yo si, con la ayuda de un pedazo de vela brota el fuego necesario, ahi le pega justo, queda una rama de ayer y la incorporo, mientras el tiraje hace el resto. “Funciona Angelo – digo nuevamente, pero no me escucha, bajó temprano a la “Vila” digo pensando que esto tambien está de más, porque es lo mismo de todos los dias, aun de este domingo de lluvia.




Preparo el mate y dudo, deberé nombrarlo mate o chimarrão? Corto el pan y el queso, voy agregando más ramas al fuego, un pequeño pájaro azul y violeta me revoloteará despues, miro hacia el suelo y veo un pichón verde entrevolando las ramas, bajo, lo pierdo de vista, se confunde con las plantas, un pájaro verde se incorpora a los gritos del azul, encuentro al pichón, me mira a un metro, me acerco y huye. Debo agarrarlo? No, me digo, mientras camino hacia él y vuela nuevamente, mientras gritan los dos seguramente padres, lo atrapo, y aumenta el griterío, se escapa, me siento a observar, dos picaflores se incorporan a los gritos, dos verdes más, y otro más azul aún; los picaflores se paran en el aire al alcance de mi mano que seguramente no los alcanzará, provoco el pánico mientras más pájaros se incorporan, me revolotean y gritan, intentando intimidarme, alejarme, me quedo a observar: Cuantos pájaros que he reunido! Presumo. Los miro revolotearme, el pichón se aleja hacia mi izquierda, me alejo tambien, dudando si vivirá asi sin poder regresar a su nido, carente de todo, menos de pájaros. Lo envidio? Observo desde más lejos, hay una aparente calma, un pájaro verde aparece con algo en el pico, los picaflores no abandonan la vigilia, aun aqui me sobrevuelan, pero esto sucederá despues me digo mientras orino nuevamente junto con la lluvia que vuelve a caer. Morirá bajo la lluvia? Me pregunto y observo a la madre alimentándolo muy adentro de su boca roja, y recuerdo que rojo aqui es una palabra muy dificil de pronunciar.
Todo continúa su curso, la lluvia entrepara, entresigue, truena, cruje, gotea, tiembla, mece, acuna. Morirá bajo la lluvia, digo, y lo agarro nuevamente abrigándolo en mi camisa blanca hecha nido bajo el alero de la casa, dejo un pedazo de pan en señal de amistad y dudo ser comprendido, entro a la casa mientras recuerdo que antes, mucho antes, he comprobado que con una hoja de palmera se puede calentar agua para tomar mate.

Morro de São Paulo 3-2-1991

martes, 2 de marzo de 2010

Sin blancos para Hernan

"Nunca miras donde te veo" dijo, viendo donde ella no miraba, sin darse cuenta que caminaba los mismos pasos que ya habia caminado antes y que nunca pensó que caminaría nuevamente; volvió los ojos hacia donde la creía, no la encontró, giró otra vez y, al sentirla gritó: "Porque mierda siempre estás donde no te encuentro!". Se tomaron del brazo y se alejaron golpeando alternativamente sus bastones cautos.
Piso pared, piso pared, piso pared.