miércoles, 15 de enero de 2014

Andares

         


                                                                                                

                                                                                                                  A Juan Gelman


Hoy el papel  cortó mi mano
y una mancha de sangre me atravesó en el medio.

Nos van muriendo de a poco, decía.
primero nos mueren un pié, una costilla.
para no poder andar sin ser andado.
Después una mano, te van muriendo como si un fino dolor pudiera  morirse sin vos.
Después un poeta, otra costilla, una cara, una mañana,
un mediodía, para que no tengamos tiempo.
Después nos mueren el recodo, el camino, la mirada,
la rotunda bala que nos acierta la nuca y nos arroja a la tempestad de lo inexistente.
Nos van rompiendo de a poco. decía.
Primero se nos rompen un ojo, un diente, una columna,
y la mancha corre por la pared tratando de escapar y solo encuentra otro pedazo roto de otro cuerpo roto antes.
Y se juntan los pedazos? dice que decía Manuel.
Lo roto de cada uno, esa oreja, el diente , la voz, la mejilla?
La palabra suelta del poeta, la felicidad, el sueño, común, de los poetas que soñamos?
Se juntarán un día los sueños?
La verdad? de cada uno será un día la verdad de todos?
de todos los muertos, los poetas, los armados y los inermes?
los que sobramos de la muerte?
Los amados poetas podrán?
sin la mirada?
sin la sílaba labial del abismo que nos pone en lugares ajenos?

Solo sé que harás falta.
y que tendremos tu palabra, tu mirada horizontal, tus sueños de soñar mejor.
Y sé, que todos hemos muerto un día con cada muerte que nos han matado.